lunes, 23 de septiembre de 2013

Valencia 3 - 1 Sevilla: El Valencia reacciona



Por fin se frenó en seco la caída libre que venía sufriendo el juego y los resultados del Valencia CF y lo hizo en el momento más necesario, en un partido que se intuía clave para el futuro de Djukic y para las aspiraciones del equipo en general. Los jugadores se pusieron el mono de trabajo, se vistieron de jugadores de fútbol y actuaron como tal, como la grada venía exigiendo, como exige el vestir una camiseta con el escudo del murciélago.

Los futbolistas tachados de niñatos por mi mismo el pasado jueves, actuaron esta vez como lo que se espera de un profesional, mostraron actitud desde el inicio y mantuvieron la concentración hasta el pitido final. No fue un partido perfecto, siguen existiendo errores y cosas por mejorar. Tácticamente se puede mejorar pero el camino a seguir se ha descubierto y espero que se abandone en lo que resta de temporada.

El 3 - 1 conseguido contra el Sevilla de Unai Emery viene de perlas para que sea el punto de inflexión que signifique un cambio de mentalidad y de manera de actuar sobre el césped. Los aficionados lo esperamos con más ansia que nunca. Necesitamos que sea así, que no se quede nuevamente en anécdota y que el miércoles, contra el Granada, se repitan las buenas sensaciones asentando las bases de una fuerte recuperación del Valencia enfermo que se ha visto en el inicio de temporada.

La victoria del Valencia demostró además que la afición es más sabia de lo que desde fuera de Valencia quieren hacer creer a España. Como muestra tan solo hay que fijarse en la animación desplegada por la Curva Nord, unos chicos que incondicionalmente animan durante todos los encuentros, apoyando al equipo en los mejores y en los peores momentos, siendo capaces de ser críticos cuando es necesario y de centrar esas críticas acertadamente sin dejar de estar al lado del equipo cuando más los necesita.


Quizás lo más importante más allá de los tres puntos conseguidos sea la comunión entre grada, jugadores y cuerpo técnico, clave esencial para conseguir cualquier éxito deportivo. Esa comunión se mantendrá de hacerlo también la actitud positiva de los jugadores. Como ya he comentado en más de una ocasión, la calidad no es el problema de este equipo, pese a no contar con craks mediáticos, hay madera de sobra para construir buen juego se elija un sistema u otro para ello.

De hecho, entre lo positivo de la jornada, podemos destacar los destellos de calidad del canterano Fede Cartabia que ocupando el carril derecho cuajó una excelente actuación, desbordando a rivales con un desparpajo más propio de jugadores contrastados que de jóvenes de su edad. Al chaval únicamente le faltó el gol para culminar el partido perfecto (pero que no se le suba a la cabeza). Por su parte, los laterales estuvieron a la altura, tanto Guardado como Joao Pereira, dos tipos que siempre dan el callo y que en el caso del portugués fue un peligro constante por la banda acompañando perfectamente en las internadas al joven Fede. La defensa cumplió individualemente, salvo algún error como el del gol de Gameiro. A falta por supuesto de defender mejor en bloque, sobre todo en las contras rivales. Banega mejoró de su letargo y contrarestó sus  pérdidas en ataque con una destacable labor defensiva. Jonas volvió a ser letal en el área convirtiéndose en el ariete que facilitó el triunfo y Fuego se consagró como pieza imprescindible de contención en el bloque que está construyendo el entrenador. Incluso Victor Ruiz que tuvo que salir de imprevisto para suplir la baja por lesión del capitán Ricardo Costa gozó del premio del gol cerrando el marcador con el tercer gol valencianista y recobrando así parte de la confianza que necesita para ser de nuevo un jugador importante en este Valencia.


Cierto es que falta mucho por mejorar y no podemos pensar que todo está solucionado. Los signos evidentes de recuperación se verán en Granada y contra el Rayo, donde se comprobará si estos jugadores han asimilado la filosofía de Djukic y la saben aplicar correctamente. Esperemos que así sea. Nosotros hemos hecho lo posible para mostrarles el camino y saben que tienen a la afición con ellos a la mínima que nos den motivos para animarlos.

Importante destacar además la valentía de Amadeo Salvo quien no dudó en confirmar a la finalización del partido que pase lo que pase Djukic terminará la temporada sentado en el banquillo Che. Quizás esta confianza y determinación del presidente hacia el técnico, sea la tecla que faltaba apretar para que la plantilla reaccionara y comprendiera que no queda otra que unirse por un interés común que será positivo para todos. Esperemos que este sea el inicio del despertar de un gigante dormido.

Fotos extraídas de la página de Facebook oficial del Valencia CF

viernes, 20 de septiembre de 2013

Valencia 0 - 3 Swansea: Somos un desastre. parte II


La foto de cabecera muestra a un Djukic pensativo, algo abatido, dudando en como revertir la situación en la que se está metiendo el equipo. Dudando de si será capaz de que los suyos le entiendan y den la cara por él en el momento más delicado. Esas mismas dudas las tenemos todos y por desgracia solo podemos establecer hipótesis subjetivas, divagar acerca de soluciones mágicas o las que creemos mejor dentro de nuestros cerebros de entrenador que todos llevamos dentro.

El pasado martes apuntaba tres posibles teorías sobre el mal del Valencia, las desgrané brevemente con mi escasa información, alejada del contacto más directo que poseen los periodistas, como un simple aficionado que soy. Con mi eterno pero cada día más cuestionado optimismo, esperaba que el debut europeo disipara dudas y sirviera como bálsamo a un equipo instaurado en el caos futbolístico. Sin embargo la esperada reacción no llegó, simplemente se agravó la situación, sumando una nueva y contundente derrota contra otro equipo de medio nivel que desató los ánimos de una grada que lleva mucho tiempo cansada de desilusiones.

De entre todas las teorías, la que suma fuerzas es la de la cama y sobre ella no diré mucho más que lo expuesto en mi anterior post. Como complemento añado que sigo sin creer demasiado en la certeza de tal teoría. Los jugadores son unos niñatos, en su gran mayoría, cierto. Pero esto es lo que lleva consigo el fútbol moderno. Ellos no tienen la culpa de lo que cobran. Tienen el deber de ser profesionales, pero el que es responsable de que en un equipo haya profesionales es el que los elige y creo que ese (?Braulio?) no lo hace muy bien.

Tenemos una plantilla con calidad, no demasiada, pero la hay, otra cosa es que esa calidad fotbolística, de toque de balón vaya acompañada con calidad de inteligencia futbolística, de carácter ganador, de amor propio, de orgullo deportivo. Y estos últimos atributos son una utopía dentro de este grupo. De entre sus componentes nadie es ganador, no ya tan siquiera de títulos en su palmarés, es que ni siquiera muestra el espíritu de conseguir alguna vez alguno. No hay líderes que empujen al resto, que los espoleen para remontar el vuelo. De esos futbolistas con coraje, con garra y valentía solo hay uno y no es ni siquiera un Carboni, ni un Ayala ni un Pellegrino (jugador) ni un Djukic (jugador), este líder no es otro que un portugués llamado Ricardo Costa, cuya calidad no es nada del otro mundo pero cuya actitud sobresale del resto, siendo el único hoy por hoy merecedor del brazalete con el escudo del murciélago. Un hombre que sale y da la cara él solito, ante una afición descontenta que canta contra los suyos y los tilda de mercenarios.

Ojalá fuesen mercenarios. Estos se dejan la piel por dinero y no sienten otro color que no sea el del papel moneda de turno, pero ojo!, van a por todas, no se dejan vencer por nadie sin presentar batalla, mueren con las botas puestas y no bajan los brazos al mínimo tropiezo que encuentren en su camino.
No señores, no son mercenarios. Un mercenario puede ser Messi o CR7 quienes cobran cifras desorbitadas pero hacen de su oficio su máximo objetivo vital. Dan todo y no se rinden jamás. En el césped no permiten que nadie les haga sombra, aunque fuera de él no pasen de actuar como el ser humano medio, ser simples mortales con poca ambición filosófica, más allá de gastar sus millones en coches caros y seduciendo top models.

Nosotros tenemos a un grupo de niños mimados que nunca han luchado por algo grande ni han tenido la necesidad o simplemente no la han sentido y se conforman con pasar por la vida sin pena ni gloria pero con la cartera llena. Son futbolistas pero no aman su profesión, al menos no la mayoría de ellos.

Así pues si su meta es la de echar al técnico, esto será lo único que puedan lograr con esa actitud, solo tienen que actuar igual el domingo y con suerte si Salvo cede a la solución fácil, el lunes tendrán un nuevo dirigente en los entrenamientos. ¿Que es lo que habrán ganado con ello? - pues con suerte un técnico estilo Unai, de los que imponen poca disciplina en el equipo y digo con suerte porque lo más seguro es que el que venga sea un hombre curtido en el arte de entrenar craks o semi craks como los nuestros, que no se deje amedrentar por cuatro niñatos y que en tres partidos estos pijitos tengan que lidiar con la duda de si continuar andando por el campo o madurar un poco y ponerse el traje de profesionales o de mercenarios como ellos prefieran.

Personalmente creo que lo único que tienen que ganar haciendo la cama es seguir arreglando las sábanas jornada tras jornada hasta que su andadura por el mundo del fútbol pase a ser mera anécdota estadística y algunos - los menos - acaben en algún club donde esta vez sí, se les exija correr y no arrastrarse por el verde.

¿ Creen ustedes, que Barragán o Víctor Ruiz tienen mucho que ganar haciendo camas a entrenadores, que a Banega le interesa perder el poco crédito que había ganado en los últimos partidos? Que Míchel, Fuego u Oriol quieren un técnico menos exigente, cuando necesitan por fin explotar en este oficio y demostrar que son capaces de alcanzar alguna portada histórica de este deporte?
¿ Ven a Guardado o a Bernat que no se dejen la piel por ser titulares, aunque no acierten en el centro, en la cobertura o en el momento oportuno en el que chutar de fuera del área?
¿Os imagináis a Parejo o Rami fichados en Junio por un grande más rico que el Valencia CF? O a Postiga o Pabón encandilados por algún jeque árabe para ser los arietes de su nuevo equipo juguete?
Pensáis que Guaita o Álves dejan perforar su portería para llegar a tener algún día un puesto en su selección o conseguir un nuevo fichaje millonario?

En fin, podría seguir lanzando pregunta tras pregunta, pero para no cansar más, ¿qué motivos reales pueden tener estos jugadores para querer cambiar tan pronto de jefe en el banquillo? No será más una cuestión de autoestima y aquí si que tiene culpa Djukic de no saber levantar la moral de los suyos, de no saber educar a niños malcriados y de no aplicar terapias de psicólogo en lugar de planteamientos tácticos propios de niveles más avanzados de confianza grupal.

Espero que pronto se vea a estos jugadores en los que habíamos puesto nuestras últimas esperanzas jugando al fútbol con todo lo que ello implica y que empecemos a funcionar como equipo. Se ha puesto difícil pero yo no me rendiría tan pronto ni tiraría por el camino fácil. Son solo 4 descalabros y uno de ellos contra Barcelona, de acuerdo 4 despropósitos uno detrás de otro, pero 4 partidos al fin y al cabo. Exijamos pero tengamos paciencia.

PD: Como dijo la chica a R. Costa. "Echadle cojones, no os pedimos más"

foto extraída de https://www.facebook.com/ValenciaCF/photos_stream










martes, 17 de septiembre de 2013

Betis 3 - 1 Valencia: Somos un desastre



Domingo 15 de septiembre, después de dos semanas de parón liguero, rojadirecta en mi navegador y yo buscando como loco un enlace en el que descubrir lo que había evolucionado el juego del Valencia después de los compromisos internacionales de muchos de los jugadores ches. Y es que parece mentira pero esos chavales que se arrastraban por el campo del Benito Villamarín son en su mayoría futbolistas que defienden los colores de selecciones de la talla de Argentina, Portugal o Francia entre otras.

No es de estañar si confieso que desde la intimidad del sofá de mi casa, fui capaz incluso de sentir vergüenza ajena del baile que los verdiblancos nos estaban dando. Del partido, poco que contar, poco bueno, porque errores y desatinos todos los que quieran mencionar. Por salvar algo positivo, las paradas del portero Diego Alves que nos salvó de una goleada mucho mayor, dejando el resultado final en un simple mal partido y escondiendo la realidad de una actuación como las peores que se le recuerdan a este Valencia.

Después de la última derrota contra el FC. Barcelona no dudé en defender al equipo debido sobretodo a la altura del rival y a la reacción que se vio en el césped en el que cuanto menos hubo una disputa por intentar la hazaña de conseguir una victoria épica. Sin embargo lo mostrado por esos mismos jugadores en Sevilla no es excusable de ninguna manera y después de 4 jornadas disputadas de competición liguera, la afición nos preguntamos cuáles son las causas del mal funcionamiento del equipo que solo ha conseguido 3 puntos de 12 posibles y que realmente no ha merecido ninguno más.

Teorías al respecto se barajan varias y voy a intentar opinar sobre algunas de ellas.

La teoría de hacerle la cama al entrenador

Esta ha sido una de las explicaciones que he escuchado más como rumor cíclico que surge en las malas rachas de resultados que porque realmente hayan pruebas al respecto.
Como causa es posible, nadie está enterado al 100% de lo que pasa por la cabeza de los futbolistas valencianistas ni de lo que se cuece en el vestuario. De hecho, han habido demasiados momentos en el que ésta ha sido la teoría que más fuerza ha cobrado para explicar antiguos descalabros y crisis de resultados. Crisis que acabaron como es común en cambio de entrenador y que no siempre, por no decir, casi nunca acaba siendo un revulsivo satisfactorio.
A favor de esta teoría podemos achacar la aparente dura disciplina que pueda ejercer Djukic a una plantilla que lleva demasiado tiempo acomodada y no quiere aceptar la exigencia que demanda un club grande a sus figuras. Si es así, choca radicalmente contra lo que afirman en rueda de prensa los jugadores incluyendo los capitanes quienes siendo preguntados al respecto no dudan en hacer autocrítica y asegurar que están con el técnico.
No tendría mucho sentido tampoco teniendo en cuenta que estos jugadores no pueden o no deberían estar acomodados por sus dilatados palmarés deportivos ya que estos brillan por su ausencia. Digamos para ser claros, que la triste imagen ofrecida en Cornellá y más visiblemente negativa en Sevilla, nada favorece a sus intereses si lo que pretenden es aumentar su cotización de mercado. 
El único motivo lógico que apoyara tal dejadez sería la intención de cargarse al técnico por preferir una figura más moldeable y con menor carácter que pudieran dominar a su antojo. Esto se solucionaría con un apoyo incondicional por parte del presidente a Djukic que dotara de mayor confianza si cabe al técnico y avisando de paso al personal de que si se cambiara de entrenador no se haría por nadie que no fuese al menos igual de duro o más que el actual entrenador.

La teoría de la culpa es del entrenador (que le viene grande el Valencia)

Como es lógico y habitual cuando los resultados no acompañan y no se ve evolución ni dirección clara en el equipo, se empieza a mirar al banquillo y más concretamente al entrenador, si éste es nuevo, con más motivo aún. Aunque de momento no hay un revuelo considerable de gente pidiendo la cabeza de Djukic, algunos, los más impacientes, empiezan a dudar de la capacidad del serbio para llevar a cabo el nuevo proyecto. 
Personalmente, no me parece que Djukic esté falto de carácter para llevar al grupo, considerando su manera de expresarse en prensa y los valores que supuestamente aplica al equipo.

Todos, hasta los más optimistas tenemos dudas, es normal. Sin embargo, no hay motivo para pensar que por culpa de Djukic profesionales del balompié realicen tal despropósito futbolístico en el césped. ¿O sí? 
Según comentan los periodistas, aquellos que siguen los entrenamientos y la actualidad diaria del equipo, no parece que sea culpa de los métodos de entrenamiento como tal. El mal podría estar en el sistema empleado, algo así como que los jugadores no se adaptan a él y no funciona con esta plantilla, lo que nos lleva a la tercera y última teoría.

La teoría de la falta de calidad y otros culpables

Si hablamos de que el sistema no es entendido por la plantilla, o de que no tenemos jugadores para jugar a lo que quiere Djukic, obviamente tenemos que hablar de calidad de jugadores, de técnica, de planificación de plantilla y esto donde nos lleva...inevitablemente es a pronunciar el nombre de Braulio, el máximo responsable de la dirección deportiva del club y que por tanto debería ser el encargado de elegir tanto los fichajes como la identidad gloval que ha de presentar el equipo, eso que demandamos desde hace tiempo de que el equipo tenga una personalidad nítida, que sepamos a que juega nuestro Valencia.

Si por mi fuera este personaje estaría fuera del club hace tiempo, pero es una de esas herencias que nos ha dejado Lolo y su séquito. No pretendo tampoco cargar toda la culpa ni mucho menos a Braulio, de hecho no creo que se pueda decir que no hay calidad para jugar al toque, por ejemplo. Una cosa es que no puedas igualar en calidad a un Barsa o un Madrid pero creo sinceramente que calidad hay de sobra para desempeñar muchos estilos de juego.

Lo que no me acaba de convencer es la planificación de la plantilla y aquí se repartirían las culpas entre Djukic y Braulio, dependiendo de la cuota de poder que tenga cada uno en la elección final de los fichajes o ventas.
Es de dominio público el rumor de que Braulio pinta muy poco en el actual proyecto de Amadeo Salvo y que Djukic tiene más poder de decisión. Sinceramente, no lo se, de momento corto aquí, no pretendo divagar más y espero que en el debut europeo se vayan arreglando las cosas y descartemos teorías de por medio.
foto extraída de https://www.facebook.com/ValenciaCF/photos_stream

martes, 3 de septiembre de 2013

Valencia 2 - 3 Barcelona: Partidazo que duele perder


Si el partido contra el Español nos dejó tocados por lo contundente de la derrota ante un presumible equipo inferior, el encuentro contra el Barcelona ha devuelto a muchos valencianistas a un pesimismo tempranero que en mi opinión solo se basa en la falta de buenos resultados. A estas alturas del nuevo proyecto y recién tocado septiembre poca utilidad tiene emitir sentencias del tipo "El entrenador no lo está haciendo bien" o "el presidente nos ha engañado". Se podrá estar más o menos de acuerdo con los fichajes, con la manera de entrenar del técnico o sus alineaciones pero toda valoración necesita hacerse con tiempo para juzgar justamente cualquier actuación.

A estas alturas mi posición ante el nuevo panorama del club es cautela y neutralidad de sensaciones. Como digo, el tiempo es lo que me ha servido para aplicar la paciencia en todo esto y esperar a que pase lo que tenga que pasar antes de criticar en exceso. Mientras tanto, se puede hablar de lo que vimos el domingo en Mestalla ante un, no olvidemos, equipo de fábula.

Confieso que fui al bar tan cagado como la mayoría, con mi optimismo eterno reservado pero sin venirme arriba. Había visto la Supercopa de España donde el Atlético de Madrid tuvo que sudar sangre para intentar ganarle al equipo catalán. Había visto también nuestra última actuación, así que mis ánimos eran esperar a un Valencia fuerte físicamente, que no tuviera complejos y que se dejara todo en el campo para intentar obrar el milagro. Esperaba algo así como lo que viene diciendo Djukic que quiere ver de su Valencia ante los grandes. Una actitud valiente y no esconderse ni acobardarse, difícil tarea para un equipo que no ha conseguido tal hazaña en años.

Sobre lo visto en el césped se puede hablar mucho. Revisando el partido con más calma se puede hacer un mejor balance del juego y los detalles que mostró cada conjunto pero no se pueden extraer conclusiones claras sobre el futuro del equipo. Cierto es que pudimos recibir una paliza que no hubiera sido novedad por otra parte pero no es menos cierto que el Valencia no se vino abajo y con un 0-3 en contra reaccionó y puso contra las cuerdas al todo poderoso Barsa. Quizás exagere con la expresión, pero es objetivo que se tuvieron ocasiones para empatar cuanto menos y que únicamente el brillante juego del Barcelona imposibilitó un mejor resultado.

Ahora voy con las voces discordantes y más autocríticas que dirán que el planteamiento fue suicida y que contra un equipo así has de salir más resguardado. Pues seguramente tengan razón, pero con mi justo entendimiento táctico del fútbol y viendo un equipo aún en construcción que ni siquiera tiene un once definido ni una idea de juego bien asentada, no seré yo el que hable de más. Así que me quedo con la actitud de no rendición, con la magnífica actuación de Postiga que marcó 2 auténticos golazos, con el buen debut de Dorlan Pabón y con la incansable entrega de Joao Pereira.

El centro del campo sigue sin tener el control necesario de la pelota y sigo queriendo ver a Banega más retrasado. Ramí no me convence, ayer tiene fallos clamorosos que no se pueden justificar ni con un Messi delante. Mathieu está ahí esperando la oportunidad, lo dejo caer. Falta decidir quienes serán los titulares por bandas y sobre todo el Lateral izquierdo. Falta eso y mucho más pero enmendar todo esto es tarea de Djukic . Yo le doy cancha de momento. No me falles mister.

imágenes obtenidas de https://www.facebook.com/ValenciaCF/photos_stream

Entradas populares